Arte y artesanías
México es un país joven en cuanto a su conformación como república. Sin embargo, las tradiciones y cultura mexicanas tienen una larga historia. Las pinturas murales de los aztecas y mayas dan una idea de su vida social y religiosa, así como de su fascinante cosmogonía. Los retratos y pinturas religiosas de Miguel Cabrera reflejan el carácter de la Nueva España, y la escuela neoclásica de finales del siglo XIX destila una fuerte influencia europea.
La Revolución Mexicana trajo consigo una urgente necesidad de desarrollar una identidad propia basada en los modelos regionales y las tradiciones. Con artistas como José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros dirigiendo el ámbito de la pintura; Pablo Moncayo, Carlos Chávez y Silvestre Revueltas el de la música; y Manuel y Lola Álvarez Bravo el de la fotografía, México encontró gradualmente su propia manera de expresarse en el arte contemporáneo.
En la segunda mitad del siglo XX, un nuevo movimiento artístico ocupó el escenario con un manifiesto totalmente opuesto al de sus predecesores. Paisajes tradicionales, retratos de indígenas y temas folclóricos dieron paso a las pinturas abstractas de Manuel Felguérez, Rufino Tamayo y Luis Nishisawa, quienes se convirtieron en los representantes de la Generación de la Ruptura.
Para los aztecas no existía una diferencia entre las artes y las artesanías. Por lo tanto, la cerámica, la cestería y los textiles formaban parte de la producción artística del México prehispánico. En la actualidad, las manos artesanas preservan sus habilidades en los distintos pueblos del país. Hermosos tapetes de Teotitlán, Oaxaca, piezas únicas de cerámica de Quiroga, Michoacán, y la mundialmente conocida talavera de Puebla son sólo algunos ejemplos de la amplia variedad de artesanías que México ofrece a quienes aman la cultura.
La colorida Riviera Nayarit
Las artesanías que se encuentran en la Riviera Nayarit las elaboran los huicholes y coras, quienes viven en la Sierra Madre Occidental. Bellas figuras que representan los dioses del sol, la lluvia y otros, son comunes en la región. Estos grupos étnicos se distinguen por sus vestuarios coloridos, telas bordadas, sombreros con plumas, así como por sus pulseras, anillos y collares de cuentas de cristal que expresan sus creencias.
En imágenes coloridas y dramáticas, los indios huichol de las montañas de la Sierra Madre reflejan su realidad espiritual. No fue hasta un tiempo después de 1950 que muchas de las obras de arte empezaron a filtrarse a las comunidades mexicanas y extranjeras. Con el tiempo, más miembros de las comunidades huichol, una de las pocas etnias que ha retenido sus costumbres y tradiciones originales, empezaron a emigrar a ciudades como Tepic, Guadalajara y la Ciudad de México, y localmente a Puerto Vallarta. El método de teñido de telas, como el de arte con cuentas, se ha convertido en sinónimo del movimiento para proteger los derechos de las etnias y simultáneamente les brinda oportunidades comerciales y educativas.
Los coras, reconocidos por su arte en cerámica, viven principalmente en el municipio de Nayar, al oeste del estado. Su dialecto se relaciona al de los indicios huichol. Los tepehuanos viven en pequeñas áreas en el municipio de Huajicori, y entre las artesanías que elaboran encontramos mochilas de lana, sombreros, equipales (sillas con asiento de piel) y ollas de barro.
Admira la artesanía morelense
Verdaderas obras de arte son esculpidas por las manos morelenses. Ollas y macetas de barro, máscaras y figuras de madera laqueadas, artículos en barro vidriado, figuras decorativas, muebles de hierro forjado y madera. Instrumentos prehispánicos, arte en papel amate, figuras de madera, prendas de vestir de manta, collares de cuentas y piedras. Productos de cera, bolsas y canastas de palma y objetos de cerámica se pueden adquirir en diversos rincones de Morelos. Aunque poblaciones como Tlayacapan, Ocotepec, Tepoztlán, Tlaltizapán, se especializa en la elaboración de diferentes tipos de artesanía, Cuernavaca reúne todas las piezas orfebres para que el paseante elija la que más le agrade. A un costado del Museo Cuauhnáhuac se ubica el tianguis de artesanías con cualquier cantidad de objetos artesanales.
Una de las actividades principales en Tlayacapan es la alfarería. Los nativos del pueblo cuentan con su propia fábrica de alta temperatura en cerámica que produce en barro ollas de todos tamaños, macetas, jarros, molcajetes, figuras, alcancías, comales, cazuelas y vajillas completas de barro vidriado con tintes de gran colorido. El amate es una de las artesanías principales, es un tipo de papel elaborado por los pobladores de Tepoztlán obtenido de la corteza de los árboles, donde se pintan y dibujan bellos diseños. También es utilizado para crear lámparas.
Otras obras artesanales como cestería, palos de lluvia y joyería se pueden adquirir y admirar los fines de semana en el mercado que se ubica en la calle principal de Tepoztlán, aunque también existen tiendas ya establecidas en las que se pueden encontrar textiles, piezas de arte huichol y morelense, así como joyería diversa realizada con semillas y piedras naturales sobre plata.
El ancestral arte rarámuri
Como muchos otros grupos indígenas a lo largo de México, los rarámuris expresan su creatividad en trabajos de barro, madera y textiles. De estas materias primas crean ollas, canastos y artículos de cocina, así como las típicas muñecas mexicanas de madera y tela.
El pueblo de Juan Mata Ortiz es famoso por la alfarería elaborada a partir de técnicas antiguas de los artesanos de Paquimé; no es barata, pero vale cada peso. Este pueblo, asentado a 32 kilómetros de Casas Grandes, es hogar de alfareros con talentos excepcionales cuyo trabajo es reconocido por sus diseños complejos.
Otras especialidades rarámuris incluyen canastos de hoja de palma tejida, objetos decorativos y muebles de madera tallada. En años más recientes, estos indígenas han empezado a elaborar violines finos bajo la tutela de artesanos italianos.
El Fuerte, en Sinaloa, es conocido por sus hermosos sombreros de palma con ala angosta y coronas redondas. Éstos son la coronación de la vestimenta tradicional sinaloense. También son tradicionales las alfombras tejidas y las hamacas. ¡Deshazte de unos pesos y llévate a casa un poco de estilo sinaloense
Como muchos otros grupos indígenas a lo largo de México, los rarámuris expresan su creatividad en trabajos de barro, madera y textiles. De estas materias primas crean ollas, canastos y artículos de cocina, así como las típicas muñecas mexicanas de madera y tela.
El pueblo de Juan Mata Ortiz es famoso por la alfarería elaborada a partir de técnicas antiguas de los artesanos de Paquimé; no es barata, pero vale cada peso. Este pueblo, asentado a 32 kilómetros de Casas Grandes, es hogar de alfareros con talentos excepcionales cuyo trabajo es reconocido por sus diseños complejos.
Otras especialidades rarámuris incluyen canastos de hoja de palma tejida, objetos decorativos y muebles de madera tallada. En años más recientes, estos indígenas han empezado a elaborar violines finos bajo la tutela de artesanos italianos.
El Fuerte, en Sinaloa, es conocido por sus hermosos sombreros de palma con ala angosta y coronas redondas. Éstos son la coronación de la vestimenta tradicional sinaloense. También son tradicionales las alfombras tejidas y las hamacas. ¡Deshazte de unos pesos y llévate a casa un poco de estilo sinaloense
que pdre nos quedo bonita !ya viste que no es tan dificil
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